Carlos Marrero presenta ‘Ñameland’ este domingo en el Círculo de Amistad

El escritor da a conocer su primer libro de relatos inspirados en la infancia

El Círculo de Amistad XII de Enero acoge este domingo la presentación de ‘Ñameland, relatos de infancia’, primer libro de Carlos Marrero Expósito. El acto tendrá lugar a las 19:00 horas, en el Salón La Aurora de la sociedad en su sede de la calle Ruiz de Padrón de Santa Cruz de Tenerife, con entrada libre y aforo limitado en cumplimiento de las medidas sanitarias anti-COVID. Se contará con la presencia de Gloria Cabrera, antropóloga y poeta.

El escritor Carlos Marrero sitúa su relato en ‘Ñameland’, una suerte de paraíso agrícola donde sus gentes no sienten la necesidad del éxodo, sino que viven en armonía con una tierra fértil.

El ñame se convierte en el símbolo para hablar de esa realidad biográfica, con toques mágicos y cómicos. Una realidad que procede de la memoria del autor, capaz de recordar no sólo los hechos, sino también los movimientos, las emociones y los sentidos.

Cada relato trae una lección de vida, que busca hacer reflexionar al lector y ayudarle a superar sus propios miedos en la vida, reconectando con la naturaleza mediante una educación de la sensibilidad.

Por lo tanto, ‘Ñameland’ está planteada como una búsqueda de lo esencial, el primer amor, la llamada de la naturaleza, el salto a la madurez y el pulso a la vida. El libro recoge principalmente las vivencias de su autor. A través de relatos cortos, se van hilvanando las historias que lo marcaron, como su primer amor no correspondido por Liz, la entrada en la pubertad, los juegos y las excursiones.

Sus personajes, muy cercanos entre sí, son parientes o amigos que viven en paz y armonía en medio de la naturaleza, en un pueblo de las medianías palmeras que cuenta con uno de los últimos reductos de laurisilva del planeta.

Los sauceros son apodados "ñameros" debido al cultivo del ñame, de ahí el título: ‘Ñameland’. Un término inventado por el escritor que representa la simbiosis entre el paraíso que quiere representar y el ñame, tubérculo que lo simboliza.

“Recuerdo cuando iba con mi hermano a coger hojas de morera para alimentar a los gusanos de seda que teníamos en casa, cuando jugaba saltando las huertas y cogíamos sandías, o cuando llamaba por teléfono a la chica que me gustaba”, indica el autor.

Llama la atención que un artista gráfico se lance a una aventura literaria, algo que nos confiesa, le hizo mucho bien con los últimos acontecimientos: “Mi infancia es el espejo donde quiero reflejarme. Es un lugar donde mantengo la memoria intacta de mis amistades, de mis seres queridos, de mis horas de juegos y diversión. También es un espacio que me sirve para hablar de mis aventuras, de mi relación con el territorio, con la magia de haber pertenecido a un lugar natural y mágico, rústico y poderoso como es Ñameland”.

La obra de 188 páginas y de lectura fácil, está pensada tanto para niños como para adulos, características que se descubren a cada paso, a cada fragmento: “Los hijos de Ñameland son dulces e inocentes, humildes y generosos. No existe la maldad ni la envidia entre sus niños. Cuando amanece y el sol saluda a sus gentes, los niños cogen sus maletines y van corriendo a coger la guagua, o caminan en pandilla hacia el colegio. Allí cantan y juegan, juegan mucho. En Ñameland reina la inocencia y la ingenuidad entre sus niños. El juego es parte de la dieta diaria, y allí, en el colegio, los niños juegan a la pillada, juegan con las reglas y los cartabones, con la plastilina o escriben con tiza en la pizarra”.

Carlos Marrero

EL AUTOR

Carlos Marrero Expósito (Tenerife, 1977) estudió Bellas Artes para especializarse en diseño gráfico y pintura. Artista diverso, abarca el diseño, la música y la producción audiovisual entre otros campos. En el año 2010 rueda su primer documental titulado ‘Encuentros con Luis Palmero’, lo cual le lleva a interesarse por la importancia del guion y la escritura creativa.